En apenas 12 horas finalizamos 2013, un año no exento de dificultades y que muchos se alegrarán de dejar atrás. Era el año en el que nos aseguraron que llegaría el final de la crisis y muy al contrario, ha sido en él, cuando más mazazos económicos han llegado a Euskadi.
Son momentos difíciles y es mucho lo que esperamos que cambie en 2014. Pero si hay algo que no queremos que cambie, ni en 2014, ni nunca es la fuerza que ha vuelto a demostrar en este 2013 que dejamos, la FAMILIA. No me cansaré de hablar de la generosidad intergeneracional que palpamos a diario, ni de la solidaridad entre los seres queridos o allegados que se quitan de lo que apenas tienen, para dar a quién más lo necesita.
Hemos vuelto a ver innumerables casos de héroes anónimos, que cuidan a sus familiares dependientes o hijas e hijos enfermos, como el caso de una familia de Hirukide, Naiara y José Ángel con tres hijos y todos con la enfermedad de San Filippo, que compaginan el cuidado cada día más complicado de sus hijos, con la búsqueda de fondos económicos suficientes para intentar curarlos y que salgan adelante.
Y es que, pese a que cualquier resumen de noticias que hicieran de este año 2013, nos muestre con crudeza todos los casos de corrupción, insolidaridad o egoísmos habidos, son muchísimos más los ejemplos de generosidad, solidaridad o superación que podrían mostrarnos.
Y esto es lo que pido para el nuevo año, que las familias sigamos igual de unidas antes las adversidades y que nuestros gobernantes hagan de una vez lo que deben, para que éstas sean las menos posibles.
Mi más sincero apoyo y ánimo a estos padres…
Realmente no puedo ni imaginarme lo que estarán pasando y cómo afrontan el día a día. Se me ponen los pelos de punta sólo pensar en el día en que se enteraron de que los tres tenían esa enfermedad.
Lo dicho, MUCHÍSIMO ÁNIMO.
¡Feliz Año Natalia!
Y un abrazo a esos padres…