Quisiera comenzar mi intervención centrándome en un hecho que me está afectando especialmente en el estado en que me encuentro, que no es otro que el de buena esperanza. Son ya treinta y cuatro las semanas que mi hija me acompaña a todos los lugares, entrevistas, citas y reuniones a las que debo acudir, y hasta la fecha he de decir que lo hemos estado llevando,… bastante bien.

No obstante, y como he comprobado que ocurre a muchas madres en mi estado, cada vez estoy encontrando mayores complicaciones a la hora de aparcar el coche, aunque mejor sea dicho, la dificultad se me presenta a la hora de intentar salir de éste, una vez aparcado.

Si a la complejidad de encontrar una plaza de aparcamiento, no sólo en el centro de Bilbao, sino en cualquiera de los barrios o municipios de alrededores, sumamos el hecho de que la mayoría de las plazas son en batería… nos encontramos con una misión “casi imposible” para una mujer embarazada. No sólo porque quizá no puedas salir al aparcarlo, sino por la sorpresa que te puedas llevar al ir a recogerlo después y ver que alguien te ha aparcado pegando su coche a tu puerta del piloto… Y la cosa se presenta en muchos casos aún peor si nos metemos en un parking…

Lo que considero necesario es que nuestros responsables municipales realicen, como ya se han comprometido a llevar a cabo en ciudades como Vitoria-Gasteiz, plazas de aparcamiento para mujeres embarazadas con una acreditación temporal.

No se trataría de reducir, las de discapacitados, sino añadir algunas más para las mujeres que hemos llegado a la 20º semana de gestación. Lo curioso es que no se hayan efectuado hasta ahora, teniendo la Ley para la Promoción de la Accesibilidad en la mano, ya que esta promulga que se deben reservar plazas destinadas al uso exclusivo de vehículos de personas con movilidad reducida, en los espacios abiertos y en los edificios destinados a aparcamientos de uso público.

Y a mí, hasta que me demuestren lo contrario, una mujer en avanzado estado de gestación, es una persona con movilidad reducida, siendo decenas las mujeres que conducimos en esta situación y que a diario debemos desplazarnos en coche por motivos familiares o profesionales.

Sin ir más lejos, de muestra un botón,… esta mañana para acudir a una reunión en GV he tenido que aparcar a casi 1 km. del mismo porque los alrededores estaban ocupados, a pesar de estar algunos aparcamientos de discapacitados vacios.

Quisiera comenzar mi intervención centrándome en un hecho que me está afectando especialmente en el estado en que me encuentro, que no es otro que el de buena esperanza. Son ya treinta y cuatro las semanas que mi hija me acompaña a todos los lugares, entrevistas, citas y reuniones a las que debo acudir, y hasta la fecha he de decir que lo hemos estado llevando,… bastante bien.

No obstante, y como he comprobado que ocurre a muchas madres en mi estado, cada vez estoy encontrando mayores complicaciones a la hora de aparcar el coche, aunque mejor sea dicho, la dificultad se me presenta a la hora de intentar salir de éste, una vez aparcado.

Si a la complejidad de encontrar una plaza de aparcamiento, no sólo en el centro de Bilbao, sino en cualquiera de los barrios o municipios de alrededores, sumamos el hecho de que la mayoría de las plazas son en batería… nos encontramos con una misión “casi imposible” para una mujer embarazada. No sólo porque quizá no puedas salir al aparcarlo, sino por la sorpresa que te puedas llevar al ir a recogerlo después y ver que alguien te ha aparcado pegando su coche a tu puerta del piloto… Y la cosa se presenta en muchos casos aún peor si nos metemos en un parking…

Lo que considero necesario es que nuestros responsables municipales realicen, como ya se han comprometido a llevar a cabo en ciudades como Vitoria-Gasteiz, plazas de aparcamiento para mujeres embarazadas con una acreditación temporal. No se trataría de reducir, las de discapacitados, sino añadir algunas más para las mujeres que hemos llegado a la 20º semana de gestación. Lo curioso es que no se hayan efectuado hasta ahora, teniendo la Ley para la Promoción de la Accesibilidad en la mano, ya que esta promulga que se deben reservar plazas  destinadas al uso exclusivo de vehículos de personas con movilidad reducida, en los espacios abiertos y en los edificios destinados a aparcamientos de uso público.

Y a mí, hasta que me demuestren lo contrario, una mujer en avanzado estado de gestación, es una persona con movilidad reducida, siendo decenas las mujeres que conducimos en esta situación y que a diario debemos desplazarnos en coche por motivos familiares o profesionales.

Sin ir más lejos, de muestra un botón,… esta mañana para acudir a una reunión en GV he tenido que aparcar a casi 1 km.  del mismo porque los alrededores estaban ocupados, a pesar de estar algunos aparcamientos de discapacitados vacios.