En un día como el de la Madre, son múltiples las sensaciones que sentimos las mujeres que tenemos la inmensa fortuna de ser madres. Porque, si algo nos define a las madres, es la capacidad de sentir; alegrías, penas, incertidumbre, afecto, cariño… y así un sinfín de sentimientos, que la vida nos va dosificando en mayores o menores dosis.

Al margen de campañas publicitarias o comerciales, este es sin lugar a dudas un día especial en sí mismo, el cual tienen señalado millones de niñas y niños en su calendario físico o mental como importante.

Bien sabemos que no existe la madre perfecta, pero sí hay un millón de maneras de ser una buena madre

Y precisamente es en este tipo de días, cuando muchas mujeres nos ponemos a pensar en nuestras madres. Y acordándonos de ellas, volvemos a recordar cómo no hemos sido capaces de valorar y agradecer todo lo que ellas han hecho en su vida, hasta que nosotras mismas hemos sido madres. Su paciencia, dedicación, desvelos y continuas negaciones de sí mismas, para cuidar y estar constantemente encima de nosotras, son un ejemplo de vida. Una de las principales forma que tenemos de agradecérselo es intentar hacer con nuestros hijos/as un poco de lo que ellas fueron capaces de hacer por nosotras.

Bien sabemos que no existe la madre perfecta, pero sí hay un millón de maneras de ser una buena madre. Cada una en las circunstancias que la vida le haya brindado y con los retos que se haya propuesto o le hayan sobrevenido, pero siempre sabiendo que sus hijos e hijas dependen en gran medida de su cariño y dedicación. Por todo ello, hoy quiero acordarme especialmente de todas aquellas madres que están sufriendo el azote de la crisis económica. Todas esas mujeres que, junto a sus maridos e hijos/as, están luchando para sacar adelante sus economías familiares y desarrollando más que nunca su labor como madres o abuelas.

Desde la asociación Hirukide hemos realizado un nuevo vídeo de sensibilización social

Con motivo de este día, desde la asociación Hirukide hemos realizado un nuevo vídeo (ver vídeo) de sensibilización social. A través de él hemos querido hacer un homenaje a todas las madres y poner en valor el tiempo y esfuerzo que todas ellas dedican y han dedicado al cuidado de sus hijas e hijos, ponderando las cualidades y destrezas que han desarrollado esos años y que en muchas ocasiones no son reconocidas y valoradas en diferentes ámbitos de nuestra sociedad.

Al igual que en el anterior vídeo de Hirukide un padre en paro nos mostró cómo “con la familia la remontada es posible”, en esta ocasión, una madre en busca de empleo nos muestra cómo “ser madre es un plus”… En el vídeo vemos cómo una madre, frente al rechazo inicial que encuentra en sucesivas entrevistas de trabajo, por el hecho de haber interrumpido unos años su desarrollo profesional para cuidar a sus hijos e hijas, sabe sobreponerse y presentar esos años como no baldíos. Partiendo de este caso, se hace un alegato a favor de las madres y de las destrezas adquiridas durante el cuidado diario de sus hijas e hijos.

Estas destrezas son innatas a muchas mujeres, pero a través del cuidado diario de los hijos, compaginado o no con un trabajo fuera del hogar, se presentan más oportunidades para desarrollarlas. La capacidad de esfuerzo, de organización, de gestión o trabajo en equipo, la inteligencia emocional…, son a diario necesarias, y casi diría imprescindibles, en un hogar con hijos.

Por suerte, cada vez son más las familias en la que se va implantando una corresponsabilidad real entre ambos cónyuges y estas destrezas son compartidas y mejor sobrellevadas. Pero aún es mucho lo que falta, como muestran las estadísticas de Gobierno Vasco, que nos siguen indicando que de las solicitudes de ayudas para reducción o excedencia laboral, más del noventa por ciento han sido solicitadas por mujeres.

Ahora nos estamos acostumbrando a ver a muchos padres en los patios de los colegios o acompañando a sus hijas e hijos a las extraescolares o paseando a bebés por la calle

No obstante, si alguna lectura positiva podemos extraer de la actual crisis económica y de la lacra del paro que le acompaña, es el ver cómo muchos padres se están encargando a media jornada o a tiempo completo de sus hogares e hijos. Ahora nos estamos acostumbrando a ver a muchos padres en los patios de los colegios o acompañando a sus hijas e hijos a las extraescolares o paseando a bebés por la calle… De esta forma se están derribando barreras y tabús, que hace unos años eran casi impensables, dando una nueva dimensión a la figura del padre.

Pero un día como hoy las protagonistas sois las madres y las abuelas y es a vosotras a quienes os felicito y traslado mi más sincera gratitud por el papel que hacéis. Porque vuestra dedicación, cariño y abnegación son cualidades que debemos valorar en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Gracias!!