Han pasado ya las fiestas Navideñas y con su despedida recibimos a las primeras grandes rebajas de 2012. Se trata de todo un acontecimiento que, por el ansia con que se veía entrar a la gente en las tiendas el sábado pasado y la paciencia que ejercitaban en las interminables colas, muchas y muchos compradores debían llevar esperando semanas.

Sobre esta materia de los descuentos y ofertas todos conocemos que hay grandes especialistas. Aquellas y aquellos que tienen fichados en diferentes comercios las prendas o artículos que van a ir corriendo a adquirir el primer día que se cuelgue el cartel de rebajas… De igual forma, están las personas que podríamos denominar “víctimas” de las rebajas, que son aquellas que son incapaces de no seguir la estela de los rótulos o carteles de 50, 70 u 80 por ciento de descuento y terminar comprando algún artículo, complemento o prenda que realmente no necesitaban.

No obstante, la situación económica y laboral en que nos encontramos está haciendo que haya mucha más cordura y criterio a la hora de afrontar estas compras. Tan sólo hay que darse un paseo por internet, donde encontraremos decenas de artículos y páginas en las que se nos dan 5, 8 ó 10 consejos sobre cómo comprar en rebajas… Recomendaciones a aplicar antes, durante y después del momento de realizar las nuevas adquisiciones. En cualquier caso, muchos de estos consejos son los que venimos aplicando la mayoría madres y padres, y con mayor necesidad los que tenemos mayor número de hijos…

El hacer un chequeo o revisión de la ropa que tenemos y especialmente la que tienen nuestras hijas e hijos; el realizar una lista con la que realmente necesitamos y, finalmente, preparar un presupuesto de lo que queremos o podemos gastarnos.

Estos tres pequeños pasos son grandes aliados para evitar encontrarnos luego, tanto con prendas que no necesitábamos, como con una factura desorbitada. Y, por supuesto, el último y más importante consejo:

Una vez realizadas todas esas compras…, dejar de mirar los escaparates o folletos publicitarios, porque no hay mejor manera de evitar una tentación, que no conociéndola.

Hasta el próximo martes….