Ya está; ya hemos entrado de lleno en 2012 y con él en un mar de nuevos retos y metas por lograr. La desilusión ante el año que hemos dejado atrás, no debe restarnos fuerzas para afrontarlo. Sin duda alguna, comenzamos un nuevo año repleto de incertidumbres y ante el cual todas y todos tenemos muchos deseos por cumplir.

Que las cosas mejoren es un deseo común; que superemos esta etapa de vacas flacas que parece no acabar,…. y que no sólo daña la economía del país, sino también el estado emocional, la motivación y la felicidad de muchas personas.

Y esto es precisamente lo que el pasado año les solicitamos desde Hirukide a los políticos en las dos elecciones que se llevaron a cabo: QUE NOS DEVOLVIERAN LA FELICIDAD.

Es algo que cada vez más familias están perdiendo y que es básico recuperar para que todos salgamos adelante. Está en manos de nuestros gobernantes, locales, forales, autonómicos y estatales, y a ellos se lo pedimos para el nuevo año que empezamos. Por tanto, un deseo universal, además de el de tener salud…, es que todos nuestros gobernantes hagan bien su trabajo. Bueno, ya “bien” no basta… Ahora es necesario que lo hagan de forma excelente. Que, como se suele decir en el amor, “lo den todo, sin esperar nada a cambio”. Estamos en un momento en que hay que evitar rencillas, peleas o zancadillas políticas y trabajar todos unidos para sacar lo mejor de cada institución o administración.

Y junto a los gobernantes y políticos, deseamos que los banqueros hagan de la forma más solidaria, honesta y justa su trabajo. Que la ambición o competitividad desmedidas no hagan que se juegue con los ahorros, sueños o necesidades de millones de ciudadanos. Aquí, en Euskadi, está naciendo una nueva entidad financiera, que aglutinará, no sólo gran parte de nuestros caudales, sino de la capacidad de generar o mantener pequeñas empresas, negocios familiares o acciones de índole social… Esperemos que queden aparcadas aquí igualmente las rencillas políticas y se centren todos los esfuerzos en ayudar a las miles de familias vascas que lo necesitan.

Por tanto, mis deseos para este nuevo año se resumen fácilmente. Que tanto políticos, gobernantes, como banqueros, hagan escrupulosamente bien lo que deben hacer, para que el resto podamos desarrollar nuestros sueños, entre los que está a la cabeza encontrar o mantener el puesto de trabajo, nuestro o de nuestras personas queridas.

Hasta el martes que viene. Urte Berri on!!