Hoy, al margen de campañas y anuncios publicitarios, es una fecha especial en muchos hogares, en la que nos acordarnos de forma más especial de los padres y abuelos. Pero a su vez es una gran ocasión para reivindicar los derechos y necesidades que precisamente tienen como padres, especialmente en el ámbito profesional.

Hace unos días celebrábamos el Día de la Mujer Trabajadora, una fecha en la que se volvió a poner de relieve el papel de la mujer y la defensa de sus derechos dentro del mundo laboral. Un mundo, en el que muchas mujeres y madres tienen las alas cortadas, desde el momento en que sus maridos no tienen la capacidad o facilidades para conciliar su vida laboral y familiar.

La parentalidad positiva y responsable no solo debería ser una gustosa obligación, sino un derecho de todos los padres

De ahí la importancia de trasladar muchas de las reivindicaciones que se piden para las mujeres, al ámbito de los hombres y padres. Porque es igual o más importante que ellos puedan reducir su jornada laboral, que tengan un horario flexible o que puedan cogerse la baja de paternidad, sin que por ello se interprete que hacen dejación de sus obligaciones laborales o se cuestione su compromiso con la empresa.

Al igual que hay que dar pasos para la completa incorporación de la mujer al ámbito profesional, deben darse para la plena incorporación de los hombres, y más aún si son padres, al ámbito familiar y del hogar. Porque, para criar, educar y ser responsables con su paternidad, hace falta en primer lugar voluntad real, pero igualmente el respaldo social, institucional y empresarial necesarios. La parentalidad positiva y responsable no solo debería ser una gustosa obligación, sino un derecho de todos los padres.