Día del padre

Ayer, 19 de marzo, celebramos en muchos hogares el Día del Padre. Se trata de otra buena ocasión para recordar la importancia de la función paterna y destacar la necesidad de que ésta se lleve a cabo en toda su amplitud.

Family Time

Y es que cada vez son más los padres que han dejado de confundir lo que es proveer y sustentar a una familia, con la verdadera dimensión en la que se puede convertir una paternidad bien entendida. De hecho, en los últimos años, está emergiendo una nueva manera de entender esta función como padres, produciéndose en muchos casos un cambio radical en las familias, de manera que en esas parejas, la convivencia consiste también en una conciliación dentro y fuera del hogar y, sobre todo, en el cuidado por parte de ambos de los hijos e hijas.

De hecho, hay una distinción fundamental entre este tipo de padres y las generaciones anteriores: los nuevos padres llevan incorporados a su ADN su función de cuidadores. Estos padres no dudan en que su masculinidad incluye su capacidad para cuidar a otros y en especial a sus hijos. Muchos de estos nuevos padres hacen todo lo que está en sus manos por pasar más tiempo con su familia, lo que, en ocasiones, va en contra de una cultura laboral presentista con horarios maratonianos.

Para criar, educar y disfrutar de la paternidad, al igual que de la maternidad, hace falta tiempo, tiempo de verdad a pasar con nuestras familias. La paternidad consciente y sobre todo, presencial, hace disfrutar de los hijos e hijas de una manera insólita para generaciones anteriores. Baste con una sencilla reflexión… ¿cuántos abuelos han aprendido de mayores, con sus nietos/as todo aquello que se perdieron son sus propios hijos?

Pero aún es larguísimo el camino que queda por recorrer y las barreras a derrumbar. Ayer lunes también conocimos que de las casi 20.000 personas que se acogieron en 2011 a ayudas por excedencia o reducción de jornada para el cuidado de hijos o familiares dependientes, tan sólo un 7% fueron hombres. El porcentaje ha aumentado respecto a años anteriores, pero sigue siendo abrumador que el 93% sigan siendo mujeres. Los países nórdicos, que son “el espejo donde Euskadi quiere mirarse”, llevan más de cincuenta años inculcando esta cultura de corresponabilidad con medidas más decididas, como la mayor cobertura de permisos por maternidad y la obligatoriedad de coger los de paternidad.

Pero aquí, pese a la voluntad de cada vez más padres,… la realidad es que el hombre que concilia está peor visto en la empresa que la mujer que concilia.

Y ahí necesitamos un mayor compromiso de la sociedad en general y los empresarios en particular. Porque, al igual que finalicé la semana pasada, quiero recordar que la familia y los hijos e hijas, son cosa de DOS.

Hasta el martes que viene.

 

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