Mañana, 15 de mayo, celebramos mundialmente el Día Internacional de la Familia. Así lo instauró hace 19 años la Asamblea General de Naciones Unidas, para sensibilizar a las autoridades y a los poderes públicos, sobre los asuntos que afectan a la familia y promover la adopción de medidas encaminadas a su auxilio y protección.

Y precisamente es lo que mañana, 15M, reclamarán miles de ciudadanos en la calle ante nuestros gobernantes. Que se auxilie y proteja a las familias, no depositando sobre ellas más cargas y ajustes en pro de intentar sacar al país de la crisis. Nadie dijo que esa meta u objetivo iba a ser fácil, al igual que ahora les decimos que no se puede enarbolar la bandera del todo vale.

 Si hay una institución que está saliendo reforzada con la crisis, ésta es la familia

Ante una fecha como la de mañana, quiero aprovechar para recordar que, si hay una institución que está saliendo reforzada con la crisis, ésta es la familia. Se está demostrando una vez más que es la institución más enraizada en nuestra sociedad y el bálsamo y salvavidas de millones de ciudadanos. ¿Qué sería realmente de nosotras y nosotros sin la generosidad entre generaciones que se está dando en nuestro país? En miles de hogares es imprescindible que abuelos, hijos y nietos aúnen recursos y esfuerzos para salir adelante, no permitiéndose que ninguno de sus miembros sufra en solitario o desamparado la injusticia del paro o la falta de manutención.

Pero no olvidemos que, hasta hace bien poco, bien sea por la bonanza económica que había o por el relativismo cada vez más imperante, se llegó a cuestionar la importancia y trascendencia de esta institución. Se minusvaloraba su papel, se jugaba con el rol que cumplía en nuestra sociedad y se minaban muchos de sus principales valores, que hoy se ve que son nuestro pilar y sustento.

Hoy en día, son los propios gobernantes los que deberían besar allí por donde pisa la familia, porque es manifiesto que allí donde no está sabiendo llegar el Estado, sí está llegando y supliendo la familia. En un día como el de mañana, todos los políticos e instituciones deberían decir, con más fuerza que nunca, gracias, MUCHAS GRACIAS A LA FAMILIA.