Ayer lunes conmemoramos en todo el mundo el Día Internacional de los Derechos Humanos. Bueno, hablar de todo el mundo, sería algo aventurado, teniendo en cuenta el declive de muchos derechos en gran parte de nuestro planeta.
Pero, mal que nos pese, para hablar de Derechos Humanos no hace falta que nos vayamos hasta el último y enésimo episodio del conflicto armado entre Israel y Hamas, a la creciente represión de los opositores en Rusia, o los disidentes en China e Irán. Tampoco es necesario que nos centremos en Siria, Sudán o en cómo evolucionan los derechos humanos en Libia, Túnez y Egipto…
Y es que en nuestro país, la gestión que se está llevando a cabo de la crisis económica, nos ha hecho retroceder varios decenios en muchos derechos fundamentales…
Estamos presenciando cómo de forma sistemática se recortan o reducen derechos laborales, o a una educación o salud de calidad, por no hablar del derecho a una vivienda digna… Todos ellos están afectando a miles de familias que se encuentran cada vez más desamparadas.
Todavía no sabemos bien cómo derivará la situación aquí en Euskadi hasta que el nuevo Lehendakari tome su asiento y empiece a gestionar nuestras maltrechas arcas…, pero está claro que de donde no hay, no se puede sacar. A todos nos viene a la cabeza el dicho de “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar…”. Y aquí es una incógnita qué sucederá los próximos meses, pero confiamos en que los recortes no afecten a los sectores más desfavorecidos o necesitados, como vemos que sí sucede en otras comunidades. Hay líneas rojas que nunca deben ser cruzadas, como las inversiones en personas dependientes, familias sin recursos con hijos y demás colectivos especialmente vulnerables.
Y si nos paramos a pensar en los Artículos 23 y 24 de la Declaración de los Derechos Humanos que hablan del derecho al trabajo, a una remuneración justa, al descanso y a la protección frente al desempleo, es mucho lo que debe y esperamos que haga el nuevo gobierno por devolver este derecho fundamental a miles de familias de Euskadi.
Hasta el martes que viene.