Este fin de semana, ayudando a mi hijo mayor a hacer los deberes, tuve que explicarle cuál era la diferencia entre estar implicado y estar comprometido. Hoy me gustaría traer este tema a colación, para hacer referencia al quehacer diario de muchos de nuestros gobernantes y políticos.
Realmente, estoy cansada, como la mayoría de ciudadanos, de ver cómo se tiran los trastos a la cabeza unos a otros, entre ejecutivos, instituciones o partidos políticos.
Nos estamos jugando nuestro presente, nuestro futuro, así como el de nuestros hijos… mientras ellos siguen jugando al pilla pilla entre administraciones locales, autonómicas y estatales… Precisamos el mayor compromiso por parte de todos nuestros gobernantes para salir de esta y parece que ellos siguen sin darse cuenta.
A mi hijo le expliqué la diferencia entre estar implicado y comprometido de una forma muy gráfica y clarificadora. Si observamos un plato de huevos fritos con beicon, sí, el clásico plato con un par de huevos fritos y unas tira de beicon, ¿cuál es la diferencia entre la gallina y el cerdo en ese plato?. La diferencia es que la gallina únicamente se ha implicado en ese plato aportando los huevos y, en cambio, el cerdo se ha comprometido hasta el punto de dar su vida al poner el beicon…
Menos implicación y más compromiso es lo que necesitamos de nuestros gobernantes. Precisamos su máximo compromiso, honestidad, rigor, así como generosidad, porque sin todos ellos es imposible que arreglemos la situación económica, laboral y social que padecemos. Dicen que todavía no hemos tocado fondo y que el barco sigue haciendo aguas, pero aquí todos se preocupan únicamente de coger un buen puesto en las lanchas salvavidas, de cara a las próximas elecciones.
Tan sólo espero que a base de hacerse la zancadilla unos a otros no se olviden que esto no es un juego y que en el empeño se pueden llevar por delante a cientos de miles de familias que tienen las expectativas puestas en que con su buen hacer, recuperen todo lo perdido.
Hasta el martes que viene.