Ha llegado Junio y con él los problemas de conciliación para miles de familias con hijas e hijos en edad escolar. El pasado viernes por la noche yo tuve, en la cocina de mi casa, la primera reunión en la cumbre con mi marido, para ver cómo cuadrar los más de tres meses y medio que tienen de vacaciones u horarios especiales nuestros hijos.

Entre las once semanas de vacaciones y las cuatro de medias jornadas escolares que tienen entre junio y septiembre, son 15 semanas en las que las madres y padres tenemos que ver cómo organizarnos… En los tiempos que corren, muchos dirán que es un bendito problema, ya que querrá decir que ambos progenitores tienen trabajo… pero este consuelo no zanja, ni suaviza el problema con el que nos encontramos todos los veranos los padres y madres que trabajamos y tenemos hijos/as.

Y es que es imposible que, con cuatro semanas de vacaciones, y aunque las estiremos a seis o siete reduciendo las semanas de vacaciones disfrutadas conjuntamente por ambos progenitores, podamos atender o cuidar a nuestros hijos/as esas 15 semanas. ¿Y cómo puede hacerlo una familia monoparental o las que tenemos cuatro o cinco hijos?

Nuestro sistema económico y laboral se ve ahora que hace aguas por todas partes, pero, incluso cuando estaba en perfecto estado y a pleno rendimiento, se veía que ese tema de la conciliación ya era un problema sin atender. Y ahora que las dificultades y complicaciones nos sobrepasan, no podemos dejar de lado esta realidad, ya que estamos hablando del bienestar de millones de niñas y niños.

Porque estar una semana con unos abuelos, la siguiente con los otros si los tienen, la otra atendidos por una cuidadora, la siguiente en unos campamentos y así medio verano, no parece lo más adecuado. Para evitar parte de estos problemas, los propios centros educativos podrían cooperar con las familias, organizando actividades, campamentos o colonias en los propios centros docentes, pero con un horario un poco más amplio de lo que ya lo están haciendo algunos. Unas colonias de diez a una del mediodía, pocos problemas de conciliación evitan…

Por todo ello, desde Hirukide, llevamos dos años organizando colonias urbanas con servicio de guardería y comedor en junio, julio y septiembre, e incluso Semana Sta. y Navidad en las tres capitales vascas, con muy buena aceptación. Lo único que echamos en falta y que como siempre tengo que reclamar, es un mayor compromiso o colaboración institucional local y foral, ya que nos ha llamado poderosamente la atención la indiferencia con que estas instituciones apoyan a colectivos como el nuestro para este tipo de actividades tan necesarias para las familias trabajadoras con hijos/as.

Hasta el martes que viene.