Estos días estamos asistiendo perplejos a la encarnizada lucha que están manteniendo las dos principales cadenas privadas de televisión por ver cuál de ellas triunfa con el último esperpento televisivo. Se trata de ver a personajes o personajillos famosos lanzarse desde un trampolín a la piscina, perdiendo todo el sentido del ridículo, envolviéndolo todo en un aura de superación o retos personales…

Lo que no deja de ser sorprendente y muestra una vez más el bajísimo nivel de nuestra parrilla televisiva, es que ambas cadenas hayan coincidido en comprar este `producto´, por llamarlo de alguna manera, a dos productoras diferentes. Este hecho nos muestra que ambas están convencidas de su éxito de audiencia, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿qué buscamos en la televisión?

Tenemos más capacidad que nunca de hundir un programa, con tan sólo dejar de verlo

Es innegable que las cadenas hoy en día ofrecen lo que la audiencia quiere… y que tenemos más capacidad que nunca de hundir un programa, con tan sólo dejar de verlo. Al mismo tiempo, disponemos de la mayor variedad y oferta de canales que jamás haya habido, por lo que tenemos la sartén por el mango para ver lo que queramos.

Es deporte nacional el quejarse de la tele-basura y negar los programas que realmente seguimos, pero algo de realidad tendrán los estudios de audiencias y si muchos de esos programas siguen, será porque millones de espectadores los ven. No obstante, esto no debería servir como excusa para seguir llenándonos la parrilla de `realitiys´ con famosos en una isla, una granja, corriendo por Marruecos, saltando a la piscina y demás originalidades…

Y ejemplos tienen donde escoger… Esta noche, al acostar a mis hijos, me preguntó el de 7 años: “mamá, ¿tú sabes cómo se hace un campo de golf?” y yo le respondí: “No, cariño”. “¿Y los rotuladores, sabes cómo se fabrican?” “No, tampoco…” “Pues tendrías que ver Discovery Max…”, me contestó. Y es que, hoy en día, tenemos al alcance de nuestro mando una amplísima variedad y, como en muchos temas, nos llevan la delantera nuestros hijos. No me deja de sorprender cuando me dicen que quieren ver un programa sobre cómo se hacen acuarios, u otro sobre tartas gigantes o motos tuneadas…

Este próximo viernes, 15 de marzo, es el Día Mundial de los Derechos del Consumidor y no sería una mala fecha para reflexionar sobre qué televisión nos ofrecen y consumimos  y qué responsabilidad tenemos en todo ello.