Ya estamos de vuelta, con el comienzo de curso y, como todos los años por estas fechas, miles de niñas y niños de todas las edades se dirigen a sus centros escolares, con las mochilas y bolsas llenas de libros y la ilusión de los primeros días de clase.

Junto a ellos van su madre o padre, que contemplan esas mochilas repletas de material escolar, recordando aún el dineral que ha costado llenarlas con la subida de IVA. Y es que, en el caso de los centros concertados, el coste en libros y materiales es entre 200 a 400 euros por hija o hijo, dependiendo del curso que estudien.

Se trata de un completo derroche de dinero, que para las familias numerosas se multiplica por el número de hijos. Y al calificarlo como derroche no quiero menospreciar el objeto en sí de la compra, sino la utilidad o prematura caducidad de gran parte de la inversión.

Es doloroso tener que tirar cada año miles de libros por pequeños cambios que hacen las editoriales, impidiendo que éstos sean reutilizados por los hermanos/as, familiares o amigos/as.

Se trata de pequeños cambios que no afectan al contenido, pero que obligan a las familias a comprar otros manuales, para que los niños puedan seguir los temas con el mismo ritmo y orden que el resto de sus compañeros.

Por no hablar de cuando se cambia directamente de una editorial a otra, con lo que la coincidencia es imposible. Para las familias que tenemos varios hijos, es muy triste y poco ecológico tener que dejar de lado o tirar decenas de libros al año, para a continuación gastarnos 600 u 800 euros en otros. ¿Por qué tienen que cambiar los libros casi cada año? ¿Tanto cambian las materias anualmente? ¿3 por 2 no siguen siendo 6? ¿La capital de Finlandia no sigue siendo Helsinki? O ¿la fotosíntesis no sigue produciéndose igual?

Lo que nos preguntamos las madres y padres es por qué muchos centros docentes siguen permitiendo este abuso y no toman medidas reales para facilitar o fomentar la reutilización de libros de texto. A través de las Ampas de los centros podemos presionar y organizarnos para reclamar algún sistema de préstamo o plan de ahorro que ya se empieza hacer en algunos centros concertados,… a la espera de que el Gobierno Vasco cubra el coste de los libros de la enseñanza obligatoria tanto de los que estudian en un centro público o concertado.

Hasta el martes que viene.